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PLANIFICACIÓN DE PATRIMONIO: Pasar activos a un fideicomiso (Parte III)

Esta es la continuación de nuestra serie sobre la planificación del patrimonio. Una vez usted haya leído la segunda parte de la serie, en la que se hace referencia a las muchas ventajas de tener un fideicomiso, usted estará listo para aprender a transferir los activos a su fideicomiso de manera efectiva. No es difícil, pero no se hace solo, y además existen ciertas consideraciones.

BIENES INMUEBLES:

En esencia, cuando hablamos de «poner los activos en el fideicomiso,» nos referimos a que el fideicomiso sea el propietario del título, en lugar de que su nombre personal aparezca en el título. Los coches y las viviendas son buenos ejemplos, ya que tienen títulos que pueden ser transferidos en el registro público.

De esta manera, si usted tiene, por ejemplo, una o varias propiedades de inversión, sería buena idea “ponerla en un fideicomiso» – suponiendo que no tenga planes inmediatos de venderla. Sería interesante hacerlo con fines de protección de activos y para controlar la disposición de su hogar tras su muerte.

En nuestro ejemplo, en los registros del condado usted aparecerá como dueño de la propiedad. Usted simplemente tiene que transferir el título de su nombre al nombre del fideicomiso.

Recuerde que, en muchos sentidos, un fideicomiso es como una persona. De la misma manera en la que usted puede ser el dueño de una propiedad, el fideicomiso también puede serlo.

Para los bienes inmuebles, lo que se hace para llevar a cabo la transferencia es la ejecución de un acto en favor del fideicomiso, que es exactamente lo mismo que tendría que hacer si vendiese su propiedad a un tercero. Ahora bien, hay diferentes tipos de escrituras de propiedades, que no trateremos en este momento. Por el momento, simplemente diremos que lo más probable es que utilice el tipo de escritura más simple, denominada «escritura de renuncia”.

Como propietario actual, usted tendrá que firmar una escritura de renuncia designando al fideicomiso como el nuevo propietario. [Advertencia: Esto debe hacerse correctamente o de lo contrario el Secretario del Condado no registrará la escritura]. Una vez que la escritura firmada se presente en el tribunal del condado, el registro público se cambiará para hacer ver el fideicomiso como el propietario.

Eso es todo. Solo tiene que «poner la casa en un fideicomiso”. Eso quiere decir que la propiedad ahora se regirá por lo dispuesto en el contrato de fideicomiso, y no por los estatutos correspondientes a la herencia de los bienes inmuebles. Sin embargo, hay un tema digno de discusión: propiedades residenciales.

HOGAR:

Si usted vive en un estado con Ley de Asentamientos Rurales, como Florida, necesitará saber que los cónyuges y los herederos gozan de ciertos derechos legales que pueden ser difíciles de evitar.

Veamos un ejemplo real. Una cliente vino a nuestra oficina diciendonos que quería dar a su hijo una propiedad como parte de su herencia. Su hijo no está casado, y la cliente quiere asegurarse de que la casa será exclusivamente de su hijo, incluso si más tarde se casa y tiene hijos. Esta cliente, que es bastante inteligente, entiende que, si su hijo fuese a vivir en la propiedad de manera permanente como su hogar junto a su esposa, ella tendría ciertos derechos sobre la casa.

En Florida, los derechos de propiedad no sólo se establecen por ley, sino que están escritos en la Constitución del Estado. Eludir los derechos constitucionales no es una tarea fácil.

El uso de un fideicomiso es, probablemente, la única manera de hacerlo y, aún así, toda la transacción tendría que ser cuidadosamente planeada y ejecutada con el fin de sobrevivir al desafío por parte de la cónyuge.

HIPOTECAS:

Otra preocupación es la existencia de gravámenes sobre la propiedad. Si la casa está hipotecada, es posible que no sea capaz de ponerla en un fideicomiso.

Casi con toda seguridad, en su hipoteca existe una disposición que establece que el prestamista puede acelerar y ejecutar la hipoteca de la propiedad si se transfiere el título sin el consentimiento de la entidad crediticia.

Por lo tanto, tenga cuidado con eso. Su prestamista puede permitir la transferencia en determinadas circunstancias como con un simple fideicomiso en vida, pero eso dependerá de las políticas particulares de la entidad crediticia.

De lo contrario, si hace la transferencia sin el consentimiento del prestamista, es muy probable que el prestamista ejerza su derecho legal de ejecutar la hipoteca de la propiedad.

VEHÍCULOS:

Coches, casas rodantes, barcos y otros vehículos de motor pueden ser transferidos a su fideicomiso de manera similar. Tal y como usted haría para vender el vehículo a un tercero, le cede la titularidad a su fideicomiso.

No siempre recomiendo a mis clientes que pasen por la molestia y el coste que suponen la transferencia de los vehículos a su fideicomiso.

Por ejemplo, si hablamos de un coche viejo que no es particularmente valioso y que continuará devaluandose, puede que no haya ninguna ventaja significativa en llevar a cabo la transferencia.

Por otro lado, en el caso de los coches clásicos y las motocicletas, los barcos caros, y las casas móviles, por ejemplo, ponerlos en su fideicomiso tiene mucho sentido. Usted sería prudente a la hora proteger sus activos de los acreedores y controlar la forma en que se disponen después de su muerte.

DINERO EN EFECTIVO Y PROPIEDADES PERSONALES:

Por lo general, la propiedad personal no viene con un título, por tanto el proceso es un poco diferente.

El dinero en efectivo solía ser fácil de poner en un fideicomiso. Sólo tiene que tener una cuenta bancaria abierta a nombre del fideicomiso y mantener ahi el dinero en efectivo. Lo único que ha cambiado es que cada vez es más difícil encontrar un banco que se abra para una cuenta de un fideicomiso.

No hay ninguna razón particular que yo sepa por el cambio de política. Es de suponer que tenga algo que ver con las nuevas leyes y reglamentos. En cualquier caso, si no es capaz de llevarlo a cabo, póngase en contacto con mi oficina. Conocemos un banco que trabajará con nosotros en este sentido.

En cuanto a la propiedad personal, hay dos cosas que puede hacer. En primer lugar, incluir un archivo adjunto al documento del fideicomiso enumerando específicamente los artículos – con tanto detalle como sea necesario para identificar el elemento – como propiedad del fideicomiso.

No sería práctico modificar el documento del fideicomiso cada vez que compre algo nuevo. La solución a esto es utilizar un Albacea testamentario. No vamos a entrar en eso ahora porque el Albacea testamentario combinado con un Fideicomiso es el tema del próximo artículo de esta serie.

~ Jeff Harrington, Esq.

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